Un hombre gay defiende el derecho de las mujeres a vestirse cómo deseen
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Imágen Twitter
Josh Weed en una serie de tweets defendió el derecho de las mujeres a vestirse como quieran sin ser atacadas por “incitar” a los hombres.
“Soy un hombre homosexual criado en un mundo heteronormativo. Una parte de ese mundo ha sido descrito por su cultura del recato. La mayor premisa de esa cultura del recato es que las mujeres se deben vestir de una manera en que no provoquen sexualmente a los hombres. Lo cual es algo loco.
Es absolutamente ridículo que un hombre pueda mirar a una mujer y decirle: “Creo que debería usar otra ropa, porque ver su piel me hace sentir excitado. Y esa excitación es muy fuerte y no he aprendido a manejarla. Por favor cámbiese de ropa.”
Es mucho más ridículo cuando un hombre le da mayor valor a una mujer que se viste de cierta manera, como si cubrir su cuerpo le diera un mayor valor a la mujer por no causar una reacción sexual en el hombre. ¿Qué pasa cuando una mujer no sigue esa norma de vestuario? Pues al parecer el hombre toma el derecho de insultarla, decir que es perra u ofrecida, todo eso porque él está teniendo una reacción sexual. En Estados Unidos son muchos los casos en que hombres acusados de violación salen libres porque la justicia se enfoca en el vestuario de la víctima.
Les traigo una noticia: el valor de una mujer es estático, no cambia por la ropa que usa, no cambia con el sexo, y la sexualidad de ese hombre es su responsabilidad únicamente.
¿Quieren saber cómo sé esto? Porque en toda mi vida nunca he le dicho a otro hombre cómo vestirse incluso sabiendo que el cuerpo de otro hombre me excita sexualmente. Nunca le he dicho a otro hombre que por favor se ponga la camiseta en un día caluroso, nunca he exigido recato de un hombre. Nunca he esperado que un hombre no use bermudas o una camiseta que muestre más piel porque esa ropa sea muy reveladora y llegue a excitarme ese vestuario. De hecho he estado en situaciones en donde los hombres se desnudan (por ejemplo los baños de los gimnasios) y aunque me he sentido excitado nunca he culpado a otro hombre por mi excitación, esa reacción es mía no su culpa.
Nunca he atacado a otro hombre. Nunca he violado a otro hombre porque su ropa me sea sugerente. El valor de una persona es inviolable, comienza desde el nacimiento y dura hasta el día que muere. La ropa no cambia esto. La excitación de un hombre es responsabilidad suya y nunca del cuerpo que lo causa. Jamás.
Los hombres heterosexuales que culpan a las mujeres por su reacción sexual sobre ellas degradan a las mujeres. Le quita poder a los hombres. Los excusa por su comportamiento y su falta de control sobre su propio cuerpo. Les permite a los hombres tener rabia hacia lo que codician. Es peligroso. Es una cultura del ataque, de la violación. Mis sobrinas merecen algo mejor que esta cultura, tienen derecho a usar lo que quieran durante verano, y merecen saber que su valor no cambia por lo que usan, sin importar el mensaje que recibimos desde que nacemos.”
Articulo traducido por Fabián Cardona para Revista Machio.
Tomado de WokeSloth