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¿Nuestro futuro esposo realmente espera que tengamos unos abdominales marcados?

Foto tomada de Tumblr.com

“Tendrás mucha más atención si tienes el estomago marcado” Me dijo un amigo hace algunos años.

Mis oídos escucharon esta frase y mi cerebro llenó mi cuerpo de emociones, he querido tener un abdomen marcado desde que vi “I’m a slave 4U” por primera vez, imaginaba saliendo de la discoteca con una anaconda, algo distinta a la que Britney mostraba, quería sentirme deseado.

Como si no fuera suficiente no sentirse aceptado dentro de la sociedad heterosexual, la comunidad LGBT es mucho más complicada de navegar, con solo un par de comentarios de unos amigos venenosos y unas salidas a la discoteca de moda nos podemos sentir mas incómodos que cuando éramos adolescentes.

En una encuesta de una revista inglesa el 84% de los hombres admitió que sentían una gran presión por tener un cuerpo de modelo, especialmente con la influencia de la comunidad gay, y eso sin contar la fuerza que tienen los medios de comunicación, revistas, películas, novelas e incluso comerciales de tv.

Muchos de nosotros nos conformamos con el cuerpo que recibimos de la naturaleza, aunque el 90% de los hombres admite haber intentado cambiar su cuerpo buscando verse más atractivo hacia otros hombres.

Yo entreno cinco veces a la semana, me digo a mi mismo que es por razones de salud, pero me gusta olvidar otra razón importante: me quiero sentir deseado, admirado.

Caemos en la trampa de Instagram, nos obsesionamos con nuestros cuerpos porque seguimos a personas que tienen buen metabolismo, excelentes ADN, buena iluminación y la oportunidad de ejercitarse dos veces al día, pero lo curioso, es que a pesar de la admiración, y sus miles de seguidores, esos hombres, la mayoría de ellos siguen solteros, ese cuerpo perfecto no es la clave para encontrar el amor perfecto y eterno.

Digo, me siento mucho mejor conmigo mismo ahora que me ejercito, pero eso no ha mejorado en nada mis salidas en citas con chicos. Puede que sea contraproducente, muchos se sienten intimidados de hablar con alguien que consideren más apuestos, a mi me pasa todo el tiempo.

¿Cuántos hombres han evitado salir en una cita o irse a la cama con alguien porque consideran que su cuerpo no es bonito? Cuando le pregunto a mis amigos que si desearían tener un cuerpo trabajado en el gimnasio y la mayoría dicen que sí pero no esperan ni quieren que su pareja lo tenga.

En lo personal nunca he dejado de tener sexo con alguien porque tengan llantas o gorditos, así que a pesar de la percepción de importancia y el valor que parece tener a pocos les importa. Es más, la mayoría se siente cómodo con el #DadBod que estuvo de moda en redes sociales.

Entonces, si no esperamos esa clase de nivel de nuestras parejas ¿Qué esperamos de nosotros? Y más importante aún ¿Ellos lo esperan de nosotros? Quizás mas hombres necesitan curar las heridas no sentirse cómodos con sus cuerpos que llenar la fantasía de cada película porno que vemos.

Cualquier sicólogo les dirá que la verdadera felicidad viene de cómo nos sentimos sobre nosotros mismos y no viene de cómo los demás nos perciben, quizás los hombres con los que nos acostamos no esperan que seamos modelos de ropa interior, y atención, quizás ni siquiera quiere que lo seamos, quizás no somos tan superficiales como pensamos.

Artículo traducido por Fabián Cardona para Revista Machio.


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