Sobre los prepagos gay

Como humanos tenemos la costumbre de juzgar. Es parte de nuestro maquillaje, de nuestra naturaleza, así nos guste admitirlo o no. Como hombres gay, pueden haber temas complejos de discutir como Britney vs. Christina o la clase de cuerpo que nos hacen excitar, sin embargo hay ciertos temas al que se les aplica una clase de critica hiriente al punto en que uno se pregunta porque estos temas hacen que la personas se enfurezcan tan fácilmente.

Foto tomada de Tumblr.com

El tema: los prepagos. Un estudio reciente muestra que existen cerca de 320.000 prepagos/scorts en el mundo, muchos de ellos enfocados en atender a hombres y no mujeres. Seguro, las mujeres también tienen quien las atienda como se muestra en el programa de tv Gigolos, pero normalmente hablamos de prepagos e inmediatamente se nos viene a la mente el prepago gay.

Cuando Rentboy cerró hace dos años, las redes sociales brillaron con más intensidad, las opiniones en conflicto sobre el cierre fueron obvias, sin embargo muchos dijeron “esas perras merecían que les cerraran ese sitio” o “quizás debieron haber elegido una mejor forma de ganarse la vida”.

¿Qué trae esta clase de prejuicio? Muchos de los que hablaban decían también que los mas que criticaban eran los mas que usaban ese sitio, en este caso dos cosas malas no hacen una cosa buena, pero tampoco creo que las personas que deciden ganarse la vida en el empleo más antiguo del mundo merezcan esta clase de comentarios.

Soy amigos de varios prepago en Manhattan, ya que esta ciudad es una de las populares en Estados Unidos, y estas son algunas de las historias que he escuchado.

Muchos hombres contratan prepagos para sexo, pero muchos buscan más que todo compañía. Muchos quieren sentir que tienen un “novio” en donde el prepago debe hacer muchas cosas para hacer sentir al cliente feliz, pueden viajar con ellos y experimentar el mundo de una manera que no lo habían podido hacer antes, y al final del dio se sienten satisfechos.

E incluso si es solo por el sexo ¿a quién le importa? En serio, si es sexo permitido entre dos adultos y ambos lo hacen por razones distintas ¿Quiénes somos para juzgarlos? La comunidad gay puede ser muy difícil para cada uno de nosotros, muchas veces las criticas pueden pasarse de tono, y a nadie debería importarle el trabajo del otro. Existen prepagos que han trabajado en esto por años y ahora siguen luciendo hermosos y disfrutan de las ventajas que su trabajo les ha traído, muchos salen del trabajo cuando se dan cuenta que es hora. Lo mismo pasa con los actores porno, esos que les cuesta encontrar trabajo cuando salen del mundo de la pornografía.

Quizás deberíamos regresar al refrán “si no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada”. Juzgar a un prepago por su trabajo equivale a que usted, amigo lector, lo juzguen por su carrera u oficio y eso debe parar de una vez por todas.

Traducido por Fabián Cardona para Revista Machio.

Tomado de Instinct Magazine.

http://instinctmagazine.com/post/why-are-gay-men-still-so-judgmental-about-male-escorts-2017